martes, 24 de agosto de 2010

Caminando a Orio con mi padre.




Apellaniz -ORIO


Del lento caminar
al filo de la rubia mañana
tú eras el compañero...

Subimos hacia Igueldo
y nos quedamos un momento en la gruta…
yo un poco escéptica como siempre
tú en silencio como aquella
última mañana…

En la cima miramos hacia el mar
el ratón de Guetaria
hace guiños al Izaro
que fue de otras mañanas claras

Caminamos...
y yo me sé lejana y sin embargo
férreamente enlazada por cuerdas
que no quiero soltar porque
ni me dominan ni me atan.

Caminamos…
tú me cuentas y te cuento
Soy más alta que tú
y soy más rápida.

Llegamos...
y nos deleitan los barcos como siempre
Elantxobe, Bermeo, Montevideo, San Antonio…
Y nos quedamos largo rato en silencio
mirándolos bailar


llegamos...
y comemos txitxarro, bebemos txakolí
(bebo yo por los dos, tú ya no bebes)
y sabemos al alzar nuestros vasos
que nos queremos siempre
que donde vaya yo
tú irás tranquilo sin pesarme jamás
junto a mis pasos...



3 comentarios:

  1. La de veces que he hecho esa ruta... Igueldo es mi monte y Orio mi antepasado.

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  2. Es un verdadero gusto leerte.....es increíble como llegas a la esencia de las personas y de las cosa....fue un placer volverme a encontrar con nuestro Aitatxu y pasear con los dos...muchas gracias

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  3. ..." que donde vaya yo
    tu irás tranquilo sin pesarme jamás
    junto a mis pasos..."

    Rescato para mí, estos versos y los hago míos. Pero creo que en lo que somos,siempre "pesan" ellos, sin pesarnos... cambiando el rumbo al vuelo... El lobo.

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