martes, 16 de noviembre de 2010

Profecía




Para Libe
De los pechos del sol
nutres tu cabellera
y tu cara y los brazos
y las locas rodillas...
De la luna, tan solo
el temblor del tobillo,
un talón desastroso
que te rige el destino.

No conoces el mar
tú nunca serás Venus
jamás te dormirás
en la arena de Chipre
y siempre tierra adentro
dirigirás la planta
de Diana cazadora
de carcaj invisible...
¡y solo tu sudor te hará de abrevadero!

Vas sola y tu punto lunar
rebrilla.
Inútilmente el Sol
quiere tapar la diana
de tu dulce sistema:
allí, allí en tu pie
¡la luna mala!

3 comentarios:

  1. Preciosa es este poema Begoña¡¡¡veo tan bien a Libe....es una luchadora nuestra pequeñita y ¿ a que es un orgullo ser su madre?

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  2. Es un retrato precioso y no cabe duda de la felicidad que LIBE va a sentir al leerlo. Una verdadera luchadora siempre hacia el interior.
    Espero que también pueda dormir sobre las arenas de Chipre y el sol nutriéndole, ¡qué placer, dios! Las diosas también lo merecen.

    Un abrazo, Begoña.

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  3. ¡Muchas gracias por tu comentario, Víctor! Tengo sensaciones ambivalentes con este poema, porque aunque me gusta la imagen que da (y bien es sabido que las Diosas son un tanto engreidas), su contenido profético me pone un poco nerviosa. Vale, no seré nunca Venus; vale, no dormiré en la arena de Chipre... ¿pero es que acaso no podré dormir en ninguna orilla, o al menos al frescor húmedo del bosque? ¿y por qué no beber de alguna fuente fresca que además de saciar la sed me retire el sudor de la frente?

    Además, me temo que mi madre mezcló los aires de Diana con el talón de Aquiles y me relegó al mundo de las semi diosas, que no Diosas, y termina, nada más y nada menos, apuntando a ese "tobillo desastroso que me rige el destino ahí, ahí en mi pie"... Cuando una amiga leyó el poema me dijo que además, por su ubicación, es como si yo ni siquiera me diera cuenta: una vulnerabilidad más visible para los demás que para mí misma...

    Así que Víctor, espero que tú tengas más razón que mi madre... que las criaturas "endiosadas" por sus madres, pero con un tobillo a ratos firme a ratos no, también lo necesitan. Una vida de Diosa, por un ratito....

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