martes, 1 de abril de 2014

Camino con ciprés bajo el cielo estrellado (Auvers sur Oise,1890)





                                                                                       ...y en él Ofelia pasa


La vida fluye
y se lleva en el cauce
la belleza
(aunque ahogada
adornada como nunca)
y como nunca
bella…
Símbolo de parabienes
humilde cornucopia
va dejando adherido
a nuestro darnos cuenta
hebras de luna
anhelos de ciprés descoyuntado
una que otra voluta de humo
huellas de una carreta
 y pasos.

La vemos casi cerca
de la hora finita
lista para la confusión
y el remolino eterno.


1 comentario:

  1. Junto a la pendiente del arroyo crecía un sauce/ reflejando su tenue verdor en el agua.
    Ofelia trenzó caprichosas coronas con las ramas/ y las flores de oro y las margaritas y las orquídeas…
    Trepaba para colgar las guirnaldas/ en las ramas más altas, cuando una frágil mimbre/ cedió cayendo al río con las coronas de flores.
    Sus ropas extendidas/ reflotáronla como a una sirena/ mientras cantaba viejas melodías/ ajena a su trance… HAMLET

    Camino. Siempre es el camino mostrándonos la vida, la belleza, el amor, y la hiel. Estrellado como el de Van Gogh, en forma de arroyo como el de Shakespeare, con trazos delicados como en el de tus versos. Recuerdo haber contemplado esa belleza más bella que nunca de la que hablas, ese darme cuenta de las hebras de luna adheridas a las sandalias, esas huellas de tantas carretas y de tantos pasos por las que reconocemos el trazado del camino. Qué alegría volver a sentir nuevamente tu luz alumbrando en el camino.
    José Ramón.

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