martes, 16 de febrero de 2016

Ruego de gloria...






Tírame lilas, ámbar
lávame de ternura
tócame las pestañas
 con tus pestañas solo...

Mírame como antes
como nunca
como solo en mis sueños...

Cércame de palabras
que solo yo te entienda...

Énlazame mi rúbrica
hoy solo puede ser...

¡qué voy de gloria!

3 comentarios:

  1. Estas palabras fueron escritas con tu corazón lleno de puro amor, por eso inundan de néctar a quien las lee. Estas palabras reclaman en cada verso ser correspondidas. Nunca imaginé que toda la piel pudiera estar sumergida en ternura, ni que las miradas enamoradas estuvieran tan cercanas que las pestañas llegaran a acariciarse como en los sueños. Ahora sé que es posible. Tus palabras, Begoña, dejaron de ser palabras al ser escritas para convertirse en sentimientos y así permanecerán vivas por los siglos de los siglos. Gracias.
    José Ramón.

    ResponderEliminar
  2. Ir "de gloria", como en los misterios gloriosos del rosario, tiene para mí la connotación de uno de esos momentos que suelen llamarse "cumbre". Cuando sucede solo lo más sutil e indecible es posible... De ahí el ruego.

    ResponderEliminar
  3. “Aparecieron unas lenguas de fuego, que se posaron sobre cada uno de ellos, quedando todos llenos del Espíritu Santo”. Tercer misterio glorioso del rosario. La lengua de fuego es un buen símil de la inspiración.
    ¡Qué interesante diseccionar ese instante en el que el artista está en el momento cumbre capaz de lo más sutil e indecible! En ese estado de trance la mano escribe conceptos sublimes guiada por una fuerza interior, como si un rayo iluminara su mente con total claridad durante un brevísimo instante, mientras se detiene el tiempo, llegando a comprender los secretos más intrincados de la vida.
    ¿Y si esa fuerza interior fuera originada por una o varias de nuestras drogas producidas por infinidad de glándulas o minúsculas y fascinantes fábricas químicas y capaces de provocar calor en el pecho cuando estamos enamorados? ¿Por qué una frase o una imagen o una melodía pueden evocar un fuerte sentimiento perceptible por los sentidos?
    Nuestro cuerpo es el laboratorio más perfecto que existe. En él se combinan las diversas formulaciones químicas que inducen nuestro estado de ánimo, nuestro bienestar o malestar. ¿Somos o no somos química?
    Apenas sabemos algo de cómo se originan los pensamientos y sentimientos. Vivimos en la penumbra de nuestra ignorancia. Por eso es tan importante la poesía. Un solo verso es capaz de desvelar un misterio vetado todavía a la ciencia. La luna inspiró a los poetas antes de que llegáramos a ella y sigue haciéndolo 45 años después. Por todo ello creo que la ciencia y la poesía se necesitan, o quizás es que yo necesito a ambas. Un abrazo amiga.
    José Ramón.

    ResponderEliminar