sábana blanca oreando
entre los brazos de la brisa
empinada
Cimbrean los hibiscos
y los cielos se enhebran de hilvanes
aprendices...
Luce torso de luz la cordillera.
Laceador de aromas mi recuerdo
agita la redoma y en lo oscuro
palpitan hierbas altas
punto de mar
adelfas
asfalto fresco
acacias...
y puentes imposibles
por donde nadie pasa.
por donde nadie pasa.
Brota la primavera, las flores y las plantas, las luces templadas, los colores, los olores y las brisas. Despierta la poesía y el poeta. Esperaba puntual tu generoso saludo primaveral, Begoña.
ResponderEliminarJosé Ramón
y...yo tu generosa lectura, José Ramón.
ResponderEliminarNo soy lector entendido de poesía, pero este poema me parece soberbio. "Luce torso de luz la cordillera"...
ResponderEliminarMi querido Miguel, eres lector y genial escritor ¿qué más necesitas para entender poesía? Abrazos gigantes
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