Agradeciendo uno de esos regalos (música y montaje) qué son para siempre.
https://youtu.be/y5i0NPVvMsI?si=a5uhIJGaFkAFENlm
Agradeciendo uno de esos regalos (música y montaje) qué son para siempre.
https://youtu.be/y5i0NPVvMsI?si=a5uhIJGaFkAFENlm
Cuándo se es reina
jamás se baja la cerviz.
Nunca.
Hay un hilo de dura filigrana
que la mantiene alzada
a pesar de los pesares;
se cae siempre con la cabeza alta,
cosa que nadie puede entender.
Sólo la reina.
En la desganada hora del verano
escuchaba la pelota rebotar contra el cemento y
volvía la página …
Me estiraba como un gato.
La voz clara de mi madre me llama
-Alguien ha venido- me dice
El último verso se va conmigo a
abrir la puerta y…
Eras tú, siempre eras tú cómo
una bocanada del destino.
No mereces siquiera una palabra
Ni una media sonrisa.
Menos,
la más mínima explicación.
Dejaré que te vayas confundido
entre los sueños vanos de mi engañosa juventud.
No volveré a fijar mi ojo de memoria en lo que fue solo
un dibujo desvaído…
que yo atenta repasaba
No necesitaré tacharte
Basta que no voltee la mirada y
desaparecerás chupado por la bruma y será…
Como si no hubieras existido nunca.
Por el lado de la vega baja
estarán a rebosar las zarzamoras…
¿Han alcanzado los higos su punto de deleite?
¿Se hizo ya fruto y cayó la milgrana?
Caminad de mañana.
Podéis cortar tomillo al pasar (nunca arranqueis nada de nada)
Sentaos y mirad a la altura de Guajía: hay un cerezo junto a la acequia…
( está tocado por una última voluntad)
¡Qué espere mucho tiempo!
Si seguís, veréis a los olivos
trepar las peñas…
(los más pequeños ganan)
Sentiréis que camina con vosotras
un agua acompasada y densa cada vez más elocuente.
A la vera, los escaramujos
os despertarán las ganas de crear ikebanas…
Soñareis las casetas a lo lejos
los pimientos en trenza
¿Ya extendieron las nueces?
Acariciad a la galguita que os sale al camino
(quizá me busca)
es de color casi ámbar
trémula y dulce como una cierva recién abrevada
No me esperéis a mí… estoy cansada.
Cómo jardinera soy inclemente
El jardín tiembla cuando
me despierto maligna
Cada planta sabe que le llegó la poda y a su modo se prepara.
Inclinan las cabecitas medio mustias…
No perdono a la adelfa desenfrenada, ni al rosal desgarbado sus libertades.
Todo lo que emerge debe
ser comedido.
(Me vengo así de todas mis desmesuras)
Adoro cortar ciertos tallos rebeldes
Las calas rezuman cuando las siego certera y afilada y me unto las manos con su sangre.
Las leñosas simplemente las arrancó haciendo fuerza…
Pero
entonces empieza…
mi inevitable misericordia …
Los helechos son tratados con sumo cuidado y las caléndulas y el bálsamo y los brotes de lirio.
Siempre respeto a la parra de Virginia y acarició a mi pobre limonero exhausto.
No tocaría jamás la rama del olivo: es mi árbol sagrado.
Sólo a él le permito crecer cuánto y cómo quiera.
Es él quien hace caer
la maldita tijera y recordar con vergüenza
" No romperé la caña trizada"