Voló el vilano
¿Te llegó?
¿Pudiste descrifrar su ortografía?
Te escribí de corrido
sin absolutamente ningún enigma:
Todos se fueron resolviendo a lo largo del invierno.
Con la flor, con el poquito de agua, con la primera luz
fue cuajando mi carta volandera...
Te decía que te quiero
¿Lo entendiste, verdad?
Me encanta, Begoña, que tu mente y corazón sigan abiertos a la dimensión a la que nos introduce la poesía.
ResponderEliminarNo puedo evitarlo: allí es donde vivo yo.
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