lunes, 7 de febrero de 2022

El carro alado

 


Recuerdo a mis corceles del tiempo
del ardor...
piafaban de impaciencia pidiendo
rienda suelta a mi mano de auriga cariñosa.
Febo se insinuaba  y...subíamos
como tres Icaros embriagados de rocío y de luz
"cuando la aurora de rosáceos dedos" acontecía...

 Ya noche

los belfos desollados aún palpitan
pero la luz se ha convertido en piedra.
Bajo los ojos el púrpura negrea
y un auriga de muñecas quebradas
deja la rienda suelta...
A ras de nadir vamos
cojitrancos, a buscar el consuelo de lo oscuro
Ahora sabemos:
El cielo era como siempre...¡hambre !

Vuelvo a bajar...

  


Vuelvo a bajar a tu casa de ahora 

remecida por la canción que ya no cantas y me asaltó a traición esta mañana clara...

Maldita hora de álamos,  maldita brisa que me lleva hacia ti y que me obliga... a abrir tu piedra

Te soplo suave la cara siempre invicta

Te acomodo el cabello gris, ya como el mío

Te doy vuelta el anillo de bronce

Y espero en ese silencio obligado y obstinado ...

que vuelvas otra vez a cantar 

Espera, voy a hacerte un conjuro..

"Todavía quedan rastros de humedad..." 

Siempre!!

Pon suave la planta en la música

Sostente

Cuesta al principio...

No quiero todavía mirarte 

Se que no se puede 

(Aprendí la lección escuchando  a Gluck... )

Levántate despacio

Sacude la melena 

destraba las rodillas

Enderezate 

Una vez más al sol de

Esta vida que fluye ya solo para mí

¡Canta!