Mari es senda de vuelta a casa...
de luz de atardecer, de perfume de fresia, de voz calma en la raya del sueño, de lámpara baja, de canciones...
Es un camino que sobreviene súbito en medio del tumulto y de mis canas
Y entonces pasa que...
me voy con sus rodillas a escalar tu regazo
Como siempre; aunque tenga cien años .
La Tierra y el cielo borrando veredas. La Tierra las tapa con fuego iracundo. El cielo las borra con agua infinita. Y el Planeta, como cuando nació: nada te lleva a ningún lugar. Menos a tu aura. La pequeña musa de colores pastel, olores de frutas, sabores de diosa, sonido de campanillas y piel de bebé, ha tomado su hilo de Ariadna y sin verte, te ha lazado la cintura. Déjate y cuéntalo. Enséñanos cómo volver a la pureza
ResponderEliminarMari puede ser musa de todas las artes. Me fijo en sus ágiles movimientos, en sus gestos, mohínes y risas, y me quedo prendida de su gracilidad. Toda ella es armonía. Con una abuela poeta, imposible no crear al contemplarla. Parece que le doy todo el mérito a Mari pero no, sólo es la musa y las musas no existirían si no hubiera poetas " y me voy con sus rodillas a escalar tu regazo" palabras mágicas también, como la niña, como la musa. Gracias a las dos. ❤️❤️❤️❤️
ResponderEliminarLoli