Avisó el frío…
Hubo un temblor primero
en el verano
Pero
en medio de la luz
se parecía
a un delicioso desespero…
En el primer dolor
siempre hay un toque
de deleite;
la neblina hace soñar
cuando se es joven
Sí. En todo aviso
hay en primera instancia
la sensación de una palmada
cómplice...el guiño furtivo
de quien asiente complacido.
No es eso.
Nos damos cuenta tarde.
El frío y la niebla
se hacen más compactos
y cada día duele más el recuerdo
de lo nítido, de ese deleite
rozando apenas la
piel de cuando
... éramos eternos.
Ninguna palabra sobra ni falta en tu poesía, sin embargo parece, que escribes de un tirón, en trance, dejándola fluir libremente sin forzar su nacimiento. Cada palabra expresa conceptos distintos a su acepción primera pero la sensación que transmites es de total claridad. Manejas como nadie la sugerencia, diciendo sin decir y removiendo recuerdos “de cuando éramos eternos” porque todos lo hemos sido en algún momento. Bellísima. Los Blogs, a diferencia de los libros, permiten al lector opinar y agradecer al escritor. Vivimos ya en el futuro. Gracias Begoña.
ResponderEliminarJosé Ramón.
No sé si yo...te he dado lo suficiente las gracias a ti, José Ramón.
ResponderEliminarLo haces cada vez que escribes. Los estímulos mutuos son el sustento de nuestras almas. Creo que mi agradecimiento sincero de tus palabras es un espejo donde también te miras y motivas para volver a escribir y realimentarme "rozando apenas la piel".
ResponderEliminarJosé Ramón