A veces toca visitar a los muertos...
Sentir como chirría la reja al empujarla
e irse deteniendo comedidas y lentas
en retazos de historias, en punzantes sonrisas que estuvieron tan vivas...
Aún centellean los pequeños detalles:
la boina, las gafas, la permanente dura, los pequeños pendientes...
Encuentro a una muchacha que escribió unos poemas a quien pongo margaritas en el búcaro yerto
María Isabel se llamaba.
Hacia el norte, alguien que amó el sol de la mañana se aclimata a la sombra
Hay muertos que se quejan de estar tan separados de aquellos con los que compartieron cobija: es duro para ellos...
Flores, flores, flores de mentira
Silencio y esas fotos que son señas lejanas...
Tenemos que volver con "las primeras rosas de las huertas..."
Yo prometo aromar la tierra donde yace aquella...
la que fue poeta.
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