Para Mari cuando sea grande.
Vocecita de niña murmurando en la noche...
“¿Qué quieres, Otoño?
¡quiero el frescor de tu sien!"
¡Ay ...Federico!
Riela la luna que sabe a limoncello
sobre la parra ahíta
de mosto y podredumbre...
En la terraza...
Lili Marlen se emborracha con nosotros
y olvida por fin tanta hora de farol
guerra tras guerra...…
Suena en medio del vino
el chasquido de la trampa
que atrapó al ratón de la cueva
hace tres lluvias...
cada uno de los diez granitos de arroz
que alcanzó a comer antes
caen sobre mi conciencia..
que atrapó al ratón de la cueva
hace tres lluvias...
cada uno de los diez granitos de arroz
que alcanzó a comer antes
caen sobre mi conciencia..
La luna ha traspasado la caseta..
Sigo escuchando...
"...no te lo quiero dar
pues, yo, te lo voy a quitar!"
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Me imagino el momento con toda claridad y sin embargo tú sólo lo sugieres...
ResponderEliminarLa voz infantil, la luna lorquiana, el ratón...juegan al corro de la patata en un mundo infantil y mágico con su nota trágica escondida como el lobo del cuento. El ritmo de canción infantil tan logrado por medio de las interrogaciones, exclamaciones...se mezcla con el otro, el de la embestida del cuerno negro de la luna.
Qué lindo!, Begoña. A Mari le va a encantar ya. Y se lo aprenderá de memoria 💞🌺🌷