Recuerdo tu remolino, Lobodrina lo que me queda de la niña pequeña la del rizo y la escoba y los pasitos tardos... Ahora que no me cabes a veces... un vagido me llega de muy lejos... mi niña tiene miedo mi niña me llama todavía Es entonces cuando soplo tu remolino-talismán y nado laboriosa tus sueños personales y vedados escalo tus imágenes difíciles y extrañas me arrastro más allá incluso de tu nombre donde yo no soy yo y tú no eres tú todavía. La noche aguanta mi tarea y la cubre sin manos y sin lengua desato y acaricio sin nanas ni paseos apaciento tu miedo volcada a serte madre me adoso sin tendones a dormirte la niña, Lobodrina...
Excelente, Begoña. No seré yo quien añada una palabra. Simplemente me lo guardo.
ResponderEliminarMaravilloso!!!! y tan válido siempre!!
ResponderEliminarMaite
Oso ederra, Begoña. Zeinen harreman sendoa, mugarik gabea, distantziarik gabea. Ama beti ama... maitasun amaigabeaz.
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