El agua se refresca y su retozo suena en la alberca escondida
Cruje la piedra suelta arrastrando al romero
Los espinos se engríen
en racimos de rosas polvorientas
Crecen los pezonesde las viejas higueras:
se hinchan de dulzura mientras sueñan...
A media tarde, melopea de ranas
Camino arriba
las amapolas luchan casi ahogadas por dientes de león y hierbas altas.
Suben sombras vadeando la Peña.
Hay lino todavía en las laderas
Manitas en mis manos
Polvorientas sandalias
Perlas en las sienes...
Un ruiseñor de pronto
rubrica lo que era perfecto y ya se acaba...