sábado, 31 de octubre de 2015

Notificación de bendiciones.



                                                                                          
                                           

                                                                                Para Mari, la nuestra


Lo cuentan las noticias:

La noche del 22 de octubre
ocurrieron extraños prodigios en amplias zonas del planeta
que fueron consignados por testigos creíbles:
El cerro San Cristobal de la ciudad de Santiago
amaneció poblado de brezo color púrpura
mientras, en el Aitzgorri, una súbita floración de fresias
cambió el aroma del paisaje de forma permanente.
Dicen que en la ciudad de Turín
se escuchó contar cuentos a la estatua de Edmundo D' Amicis
durante toda toda la noche y que...
en Saint Germail Laval  de Isle de France 
una flor tardía de color y aroma indescriptibles
floreció en un rosal que se creía irremediablemente seco:
La dama que  aquella noche constató su nacimiento la bautizo como
rosa- arco iris.

Se ha hablado de múltiples factores concomitantes
como causa de dichos desajustes:
estadísticas varias y coincidentes señalan que 
aquella noche aumentó extraordinariamente
el vuelo de gaviotas por el lado de Pasajes de San Pedro
y el volumen del ronroneo de los gatos de Catania.
Muy cerca del Amboto nubes refulgentes en proporción áurea
hicieron murmurar a algunos viejos:
-" Regresó La Señora" - cayendo de rodillas..

Hay acuerdo: no hubo daños.
Una extraña maravilla
caldeó los corazones de aquellos que las vieron...

No se sabe el porqué del privilegio de estos precisos lugares 
tan claramente bendecidos durante la noche del 22 de octubre.
Pero yo sí lo sé y os lo digo:

¡Nació Mari!




( La reportera solicita que si algún lector o lectora tiene constancia de algún otro prodigio ocurrido aquella noche, deje consignado su testimonio precisando el lugar y el suceso. Muchas gracias)

9 comentarios:

  1. ...las noticias olvidaron contar: el sonido del viento en armonía con el de las olas del cantábrico, envolviéndose en el susurro de las palabras...haciéndose escuchar en todos los puntos de su historia...
    El Lobo...

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  2. Que brindis tan bello por la llegada de Mari, que ha caldeado nuestros corazones.
    Leí este titular antes de su venida:
    "Desierto "mas florido" del último tiempo
    se extendería hasta noviembre
    tras lluvias en el Norte".
    Yo creo que el de Atacama se preparó este año para recibirla
    y festejar esta bendición.
    Aranzazu

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  3. Qué suerte la de Mari, llegar al mundo acompañada de tanto realismo- mágico. Felicidades especialmente a Libe no sólo por la espléndida niña sino también por la suerte de tener una madre capaz de conseguir que la naturaleza de tantos lugares se rinda ante esa llegada. Begoña ¡qué bonito!

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  4. Felicitaciones, Abuela !!!

    Amor !!!
    Nieves.
    Canada, Ottawa. 3 de Noviembre de 2015.

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  5. Zorionak!!!!
    ¡Desde luego que fue una noche prodigiosa! ¡Espero que tan numerosas bendiciones acompañen a Mari en su viaje transatlántico y la conviertan en una pasaitarra feliz!
    Os acompaño en la alegría.

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  6. Ese día sonó la campana mayor, 12 Tn, de la catedral de Pamplona. También se llama María. Felicidades a las 2 por haber nacido.

    “De la alta campana
    su lengua de cielo
    cantó volteando
    sus versos primeros”

    José Ramón.

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  7. Un bellissimo dono quello della scrittura, l'arte di creare sensazioni ed emozioni attraverso la parola, come per un pittore i pennelli, un musicista le note...
    Il pensiero corre agli Angeli musicanti del Beato Angelico e ti senti trasportato su, su, in cielo. Anna

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  8. ¡Ahora comprendo porqué!
    Una noche el sabio otoño me sobresaltó con un extraño roce en la mejilla, que me apuró a mirar por la ventana.
    Una luz de cobres cubría por completo las Peñas de Haya. La noche no era añil, ni negra, sino grana, y un aroma de humus y esencia de piedra me devolvió a la cuna. En la matriz, bálsamo, seguí dentro de aquel regalo de los sueños.
    Pero cuando la luz del sol me trajo a la realidad, un rizo pelirrojo yacía sobre mi almohada.

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