martes, 19 de marzo de 2024

Jardinera



Cómo jardinera soy inclemente

El jardín tiembla cuando

me despierto maligna


Cada planta sabe que le llegó la poda y a su modo se prepara.

Inclinan las cabecitas medio mustias…


No perdono a la adelfa desenfrenada, ni al rosal desgarbado sus libertades.

Todo lo que emerge debe  

ser comedido.

(Me vengo así de todas mis desmesuras)

Adoro cortar ciertos tallos rebeldes

Las calas rezuman cuando las siego certera y afilada y me unto las manos con su sangre.

Las leñosas simplemente las arrancó haciendo fuerza…

Pero

entonces empieza…

mi inevitable misericordia …

Los helechos son tratados con sumo cuidado y las caléndulas y el bálsamo y los brotes de lirio.

Siempre respeto a la parra de Virginia y acarició a mi pobre limonero exhausto.

No tocaría jamás la rama del olivo: es mi árbol sagrado.

Sólo a él le permito  crecer cuánto y cómo quiera.

Es él quien hace caer

la maldita tijera y recordar con vergüenza

" No romperé la caña trizada"


No hay comentarios:

Publicar un comentario