Noche estrellada. (Saint Remy,1889) |
Sí.
Quiero tomar vino
vino sin etiqueta ni añada
vino de esos que manchan
la boca y que trasiegan
y que saben a paso y
a una piedad muy vieja.
Sí.
Quiero beberlo como tú:
día a día
hasta la última gota.
Si acaso sobra
qué se derrame en tierra.
Sí.
Quiero tambalearme recta
abrir la puerta y
salir a la intemperie
preñada de poetas
de pobres, de perdidos…
Sí.
Abrir los ojos quiero
y extasiarme por fin
frente a tu noche
La vida es vino, un regalo y un esfuerzo, saber distinguirlo, saber apreciarlo, saber conservarlo, saber beberlo, saber compartirlo. No olvidarnos de paladearlo hasta la última gota.
ResponderEliminarBello poema.
Un abrazo.