No solo nos dio la vida, nos enseñó la palabra con sus palabras y nos dejó crecer. Parecidas como dos gotas de agua, iguales en lo esencial, comunión entre el ayer y el mañana. Al veros se evidencia ese mutuo “complacer”. Precioso Begoña. Gracias. José Ramón
Siempre sentí retemblar en mí esa frase que se cierne sobre la cabeza de Jesús al ser bautizado en el Jordán; " Este es mi hijo, el amado y en el tengo puesta mi complacencia. Lo mismo ese saber que Jesús-Cristo está sentado "a la derecha del Padre" Lo mismo sentí yo por mi heredera.
No solo nos dio la vida, nos enseñó la palabra con sus palabras y nos dejó crecer. Parecidas como dos gotas de agua, iguales en lo esencial, comunión entre el ayer y el mañana. Al veros se evidencia ese mutuo “complacer”. Precioso Begoña. Gracias.
ResponderEliminarJosé Ramón
Siempre sentí retemblar en mí esa frase que se cierne sobre la cabeza de Jesús al ser bautizado en el Jordán; " Este es mi hijo, el amado y en el tengo puesta mi complacencia. Lo mismo ese saber que Jesús-Cristo está sentado "a la derecha del Padre"
ResponderEliminarLo mismo sentí yo por mi heredera.