Se llamaba Begoña como yotenía un piano negrose casó con un capitán de gorra blancaque una vez se la llevó a Lourdes.Se llamaba Begoñamurió allá por el año 26joven y sin quererlo.Yo usé sus zapatos de inviernoy me miré en su tocador de mármolallá por los 60siendo una niña alta y demasiado seria.Se llamaba Begoñay tocaba "Una furtiva lágrima"en su piano sombríoplanchaba pañuelos con monogramay seguro que se sentía tristeciertas tardes de invierno...como yo.Begoña.Yo la imagino siemprecon palabras delgadas como hostiasencuclillada, arreglando corbatas diminutasremolinos rebeldes...Consolando.Begoña.Sombra de época bellaceniza yafoto sepia en mi mesa...¡Tan lejana!Murió un 31 de julio, día de San Ignacio, mientras el pueblo de Elantxobe, en Vizcaya, celebraba la fiesta y su capitán se hallaba en alta mar. Tenía 25 años.
sábado, 31 de julio de 2010
Mi abuela paterna
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Así que te llamaron Begoña para que no se olvide a la joven mujer del capitán.
ResponderEliminarLa última imagen (y una de las pocas) que guardo de mi bisabuela Julia es de un 31 de julio, el día de su cumpleaños; yo tendría unos ocho años. Recuerdo que mi padre nos llevó a verla, vivía en la calle Matía. Ella estaba en la cama, entonces nadie llamaba a aquel estado senil "Alzheimer", y cantaba eso de "Iñaxio, gure patroi haundiya...". El bisabuelo Pedro ya había muerto. Sé que había nacido en Borja (Zaragoza), era maestro y tenía una "pata de palo"; perdió la pierna de niño, ahora no recuerdo por qué (y es hora de preguntarlo).
Cuando leo tu comentario,Fanny, recuerdo como mi madre tambien cantaba eso de ....Iñaxio...pero como ella no sabía euskara, lo había aprendido de oido a su padre, mi abuelo), sus palabras no eran muy exactas lo que le producía mucha risa a los nietos.Pero como yo digo...lo importante es decirlo y cantarlo, sin complejos.
ResponderEliminarEl lobo.