Se llamaba Begoña como yo
tenía un piano negro
se casó con un capitán de gorra blanca
que una vez se la llevó a Lourdes.
Se llamaba Begoña
murió allá por el año 26
joven y sin quererlo.
Yo usé sus zapatos de invierno
y me miré en su tocador de mármol
allá por los 60
siendo una niña alta y demasiado seria.
Se llamaba Begoña
y tocaba "Una furtiva lágrima"
en su piano sombrío
planchaba pañuelos con monograma
y seguro que se sentía triste
ciertas tardes de invierno...como yo.
Begoña.
Yo la imagino siempre
Yo la imagino siempre
con palabras delgadas como hostias
encuclillada, arreglando corbatas diminutas
remolinos rebeldes...
Consolando.
Begoña.
Sombra de época bella
ceniza ya
Sombra de época bella
ceniza ya
foto sepia en mi mesa...
¡ Tan lejana !
Murió un 31 de julio, día de San Ignacio, mientras el pueblo de Elantxobe, en Vizcaya, celebraba la fiesta y su capitán se hallaba en alta mar. Tenía 25 años.
Así que te llamaron Begoña para que no se olvide a la joven mujer del capitán.
ResponderEliminarLa última imagen (y una de las pocas) que guardo de mi bisabuela Julia es de un 31 de julio, el día de su cumpleaños; yo tendría unos ocho años. Recuerdo que mi padre nos llevó a verla, vivía en la calle Matía. Ella estaba en la cama, entonces nadie llamaba a aquel estado senil "Alzheimer", y cantaba eso de "Iñaxio, gure patroi haundiya...". El bisabuelo Pedro ya había muerto. Sé que había nacido en Borja (Zaragoza), era maestro y tenía una "pata de palo"; perdió la pierna de niño, ahora no recuerdo por qué (y es hora de preguntarlo).
Cuando leo tu comentario,Fanny, recuerdo como mi madre tambien cantaba eso de ....Iñaxio...pero como ella no sabía euskara, lo había aprendido de oido a su padre, mi abuelo), sus palabras no eran muy exactas lo que le producía mucha risa a los nietos.Pero como yo digo...lo importante es decirlo y cantarlo, sin complejos.
ResponderEliminarEl lobo.